ESCLEROSIS MÚLTIPLE Y COMORBILIDAD NEUROPSIQUIÁTRICA

ESCLEROSIS MÚLTIPLE Y COMORBILIDAD NEUROPSIQUIÁTRICA

 

DÍA MUNDIAL DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE CLÍNICA SAN VICENTE

La esclerosis múltiple (EM) es la enfermedad inflamatoria crónica más prevalente del sistema nervioso central (SNC), afectando a más de 2 millones de personas en todo el mundo. Los trastornos psicóticos ocurren en el 2-4% de los pacientes con esclerosis múltiple, ocasionalmente al inicio, o más comúnmente, durante el curso de la enfermedad.

La interpretación correcta de las alteraciones neuropsiquiátricas es relevante para todos los profesionales implicados en la atención sanitaria de las personas con esclerosis múltiple, teniendo un impacto significativo en el funcionamiento sociolaboral y familiar, y, por ende, en la calidad de vida de estos pacientes y sus familias. De igual forma, afectan negativamente a su grado de adherencia a las terapias modificadoras de la enfermedad (TMEs) y los regímenes de tratamiento prescritos para otras afecciones médicas.

Aunque los trastornos psicóticos en la esclerosis múltiple son infrecuentes, los estudios muestran que su prevalencia es más alta de lo atribuible al mero azar. La etiología exacta sigue siendo desconocida. La teoría principal propone que pueden estar generados por el efecto directo de las lesiones desmielinizantes, ya que los pacientes con esclerosis múltiple con psicosis tienen más probabilidades de presentar placas que afecten las regiones temporales periventriculares, como en el caso de nuestro paciente, desencadenando una disrupción de la vía dopaminérgica mesolímbica, lo cual podría explicar la etiopatogenia de estos síntomas.

La presentación predominante está marcada por síntomas psicóticos positivos (ideas delirantes, generalmente persecutorias) con relativa ausencia de síntomas negativos. El tratamiento de la psicosis en pacientes con esclerosis múltiple es el mismo que el empleado para aquellos sin EM comórbida, evitando el tratamiento con corticosteroides e interferón beta debido al riesgo de inducir o exacerbar los síntomas psicóticos. El delirio generalmente no desaparece, pero puede ser encapsulado, es decir, mitigarse, convirtiéndose en una inferencia parcialmente incorrecta de la realidad, sin llegar a dominar ni limitar la vida o el nivel de funcionamiento del paciente. Existe una falta de evidencia para seleccionar un fármaco antipsicótico en particular, prefiriéndose no obstante los antipsicóticos de segunda generación (risperidona, ziprasidona, clozapina, aripiprazol, quetiapina y olanzapina) a dosis bajas, debido al menor riesgo que comportan de desarrollar efectos secundarios extrapiramidales.

Por lo tanto, en la actualidad, la alianza terapéutica médico-paciente y un enfoque interdisciplinar entre los equipos de Neurología y Psiquiatría resultan cruciales para lograr un abordaje holístico, integral y exitoso de estos pacientes.

 

Referencia bibliográfica:

– León Ruiz M, Mitchell AJ, Benito-León J. [Delusional parasitosis in multiple sclerosis: An enigmatic manifestation of a multifaceted disease]. Neurologia. 2018 Jun 8. pii: S0213-4853(18)30116-6. doi: 10.1016/j.nrl.2018.03.013. [Epub ahead of print]