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Monos que “recuperan” la movilidad

 

Un hallazgo importante ha tenido lugar estos días: dos monos (concretamente dos macacos rhesus) cuyas médulas espinales se encontraban dañadas, han conseguido ponerse en pie.  

Un grupo de investigadores europeos y estadounidenses encabezado por David Borton (neuroingeniero de la Universidad Brown) y Grégorie Courtine (investigador de la Escuela Politécnica Federal de Lausana) son los “culpables” de este importante hallazgo los mismos que, en 2014, lograron que una rata parapléjica volviera a caminar. Este precedente ha culminado en la noticia que hoy nos ocupa, ya que, en el caso de la rata, ésta no controlaba la movilidad, sino que eran “ordenada” y controlada por los investigadores. En el nuevo avance, esto ya no es así.

Tal y como declara David Borton “tomamos las señales cerebrales y las regresamos al sistema nervioso al nivel de la médula espinal para retomar el movimiento”. De este modo, mediante un implante cerebral en los monos, se conectan médula y cerebro por medio de  la interfaz. El proceso conlleva una descodificación de señales del cerebro de manera que se produzca un restablecimiento de la conexión entre cerebro y médula espinal. David Borton añade : “La idea aquí es que al acoplar el cerebro y la médula espinal, podremos mejorar el crecimiento de los circuitos durante una rehabilitación de los pacientes, ese es uno de los principales objetivos de este trabajo y un objetivo de este campo en general”.

Por tanto, se constituye un gran paso hacia delante, al conseguir que esas señales se trasladen mediante una comunicación unidireccional, del cerebro al miembro de que se trate (en este caso la médula espinal inferior). No obstante, hasta el momento no se ha logrado  que esa comunicación sea bidireccional, es decir que, por ejemplo en el supuesto que nos ocupa, la médula transmita señales al cerebro.

Queda un largo camino hasta que este avance pueda aplicarse a seres humanos, ya que aún quedan numerosas cuestiones a las que no se tiene respuesta, tales como las causas de este implante en el cerebro humano, así como el exhaustivo conocimiento de codificación del cerebro humano, dotado de una complejidad mucho mayor.

Aún así, es innegable que este hecho supone el principio del camino hacia la posible conquista del secreto para que un paciente humano que haya sufrido algún tipo de lesión medular, pueda tener movilidad.