LA REHABILITACIÓN FÍSICA. EL MÉDICO REHABILITADOR
¿QUIÉN ES EL MÉDICO REHABILITADOR?
La Rehabilitación,según la Organización Mundial de la salud (OMS), es el conjunto coordinado de recursos médicos, educativos y profesionales destinados a devolver al paciente con discapacidad la mayor independencia y capacidad funcional posible con el fin de reinsertarlo a una vida plena en su entorno.
La Medicina Física y Rehabilitación como especialidad médica comprende el diagnóstico, valoración, prevención y tratamiento del paciente discapacitado dirigido a facilitar, mantener o devolver la máxima capacidad funcional resultante.
El médico rehabilitador es el especialista en Medicina Física y Rehabilitación; su ámbito de actuación implica la asistencia integral de pacientes con procesos discapacitantes, potencialmente invalidantes o en situaciones residuales deficitarias en los campos del aparato locomotor y sistemas nervioso, cardiovascular y respiratorio y de alteraciones sensoriales, así como las repercusiones psicológicas y sociolaborales concomitantes. Por ello es el médico de cabecera del discapacitado y su entorno familiar.
Por tanto, el médico rehabilitador, interviene en todas las fases del proceso rehabilitador y lo coordina. Inicialmente realizará una historia clínica detallada del paciente y su entorno familiar, social y laboral, estimando los déficits y las limitaciones funcionales o sociales a que dan lugar. Según la historia clínica y la exploración del paciente, junto con las pruebas complementarias pertinentes, llegará a un diagnóstico, tanto médico como funcional, estableciendo un plan de tratamiento integral.
El médico rehabilitador valora en todas las fases al discapacitado y varía los objetivos del tratamiento en base a los cambios clínicos del paciente y su entorno. Del mismo modo, establece mediante informes clínicos el estado actual o secuelar del paciente y define el programa de cuidados a largo plazo o atención domiciliaria si fuese pertinente. Es además responsable del desarrollo del programa preventivo tanto primario, encaminado a que no se produzcan deficiencias físicas, mentales ni sensoriales, como secundario, impidiendo que las deficiencias una vez producidas tengan consecuencias negativas en todas las áreas del paciente y su entorno.
¿QUÉ OBJETIVOS TIENE LA MÉDICINA FÍSICA?
Los objetivos del médico rehabilitador son:
- Realizar una valoración minuciosa de la situación física y funcional del paciente a su llegada.
- Establecer pautas de tratamiento adecuadas y específicas para cada paciente según la patología de base y evolución.
- Prever posibles complicaciones características de la patología que presente el paciente y establecer las medidas preventivas oportunas.
¿CÓMO SE CONSIGUEN ESTOS OBJETIVOS?
El médico rehabilitador colabora con otros profesionales:
- Valorando de modo integral al paciente y su entorno.
- Evaluando los déficits a nivel osteoarticular (fracturas, luxaciones, calcificaciones, etc.) y las alteraciones del movimiento mediante la exploración clínica y la aplicación de escalas.
- Estableciendo objetivos para la planificación de tratamiento y prevención de complicaciones ortopédicas (calcificaciones, rigideces, espasticidad, síndromes dolorosos, etc.).
- Valorando la necesidad de ayudas técnicas (ortesis, sillas de ruedas, etc.) y realizando su prescripción.
- Siguiendo la evolución clínica y modificando los tratamientos dentro del ámbito de la fisioterapia y la Terapia Ocupacional.
- Manteniendo sesiones clínicas con el equipo rehabilitador para comentar sus progresos, redefinir los objetivos de la rehabilitación, prevenir y tratar los problemas que vayan apareciendo y determinar el alta cuando la rehabilitación ya no sea necesaria.
- Describiendo y evaluando, tras el periodo de recuperación máxima, las posibles secuelas y limitaciones funcionales con el objetivo de establecer medios para lograr la máxima autonomía posible.
- Reuniéndose con las familias y cuidadores para ponerse de acuerdo en los objetivos y posibilidades de la rehabilitación, recibir indicaciones sobre la actuación en el domicilio y comentar los problemas que vayan surgiendo.
¿CUÁNDO DEBE COMENZAR LA REHABILITACIÓN?
El programa de rehabilitación debe comenzar muy pronto, mientras el paciente está aún hospitalizado, en cuanto su situación médica lo permita, y se irá adaptando posteriormente a la evolución del paciente y a su capacidad de colaborar activamente.
En los pacientes más afectados puede ser necesario iniciarlo en la misma habitación del hospital, contando con la ayuda de familiares y cuidadores que puedan recibir los consejos del equipo de rehabilitación y aprovechar los momentos de la jornada en que el paciente esté menos cansado y colabore mejor.
Los pacientes que puedan ser trasladados en silla de ruedas y no requieran vigilancia médica estrecha, sueros u oxígeno, serán trasladados a las salas de fisioterapia de ingresados para iniciar allí el tratamiento de fisioterapia.
En la mayoría de los casos el ingreso hospitalario por ictus suele ser mucho más corto que el del programa rehabilitador, así que la rehabilitación continuará, bien en régimen hospitalario o bien de forma ambulatoria tras el alta hospitalaria.
En general la institucionalización no mejora los resultados del programa rehabilitador sino todo lo contrario y, siempre que sea posible, es mucho mejor para el paciente la vuelta al domicilio.
¿CUÁNDO ACABA LA REHABILITACIÓN?
El programa de rehabilitación acaba cuando el paciente se encuentra recuperado, ya no necesita de los profesionales del equipo rehabilitador para seguir mejorando, o bien, cuando se encuentra estabilizado y el tratamiento no redunda en mejoría en la función.
El tiempo necesario para completar el programa rehabilitador es diferente en cada paciente y depende de la gravedad de la afectación neurológica y de los problemas que presente. Habitualmente abarca la época de mayor recuperación del déficit neurológico, que se completa durante los primeros 6 meses a 1 año desde la lesión.
Muchos pacientes van a ser dados de alta del programa rehabilitador con secuelas y discapacidades. Algunos necesitarán seguir realizando en su domicilio algunos ejercicios de mantenimiento para conservar libre e indolora la movilidad de los miembros paralizados y para mantener los logros conseguidos durante el tratamiento.